Seguro que Papa Noel no os ha dejado su trineo mágico, pero como realmente no hay mejor regalo, ni mejor manera de empezar el año que viajando, os traemos unas propuestas capaces de surcar el 2023 viento en popa a toda vela. Hablamos de cruceros.  

Nadie lo grita abiertamente, pero es uno de los planes más cómodos y personales (¿Sí? ¡Sí!) que uno puede hacer. Borra de tu mente esa imagen de viaje de grupo o de jubilados o luna de miel, que también… quita ese plan descabellado de tener que hacer todas las excursiones a golpe de tambor y remo, que también… El crucero es un viaje apto para todo el mundo. Y los hay para todos los gustos. Tan solo es preciso que encuentres el tuyo. Y que tú decidas qué partido quieres sacarte a ti mismo durante el trayecto.  

Siempre digo que la belleza del crucero está, precisamente, en su superficialidad. Sin malinterpretarme. Se trata de vivir unos días en un hotel de lujo que se desplaza por escenarios imposibles de disfrutar si no es desde el barco, la cara marítima de las ciudades, el alma portuaria del mundo. Si eres de los que necesita sumergirse entre la gente, perfecto. Si buscas tu espacio individual y propio, perfecto también.  Un crucero consiste en disfrutar de uno mismo en el “dolce far niente”, asomarse a una postal cada día, lo justo para quedarse con la esencia del lugar; significa dejarse llevar olvidándose del mundo pero con la posibilidad de recrear el interior de cada uno en el entorno de semejante placer: escribe, lee, haz libro de bitácora, escucha ópera, se molicie o puro ritmo, reenamórate…   El día a día del barco vendrá planificado en una agenda de la que tú estarás informado a diario. Las posibilidades de acción y disfrute son muchísimas: teatro, yoga, piscinas, restaurantes, bailes… , pero también conocerás a diario el recorrido de la ruta, el tiempo previsto, el encanto del trayecto. Y es ahí donde cabe el propio diseño, el dibujarte a ti mismo como el viajero observador, lector, fotógrafo, escritor, melancólico, juerguista o disfrutón que quieras ser. No seas un crucerista, sé el protagonista de una historia que se trazó en un maravilloso viaje en barco. 

Nuestra propuesta de destinos pasa por el Caribe para esta época del año, los fiordos Noruegos en verano y, en cualquier, momento el Mediterráneo. 

Caribe: La compañía MSC ha inaugurado en Manhattan su nuevo buque: Seascape. 

El barco cuenta con 2.270 camarotes con 12 tipos diferentes de habitaciones y suites, 11 restaurantes y 19 bares y salones; 6 piscinas, incluida una impresionante piscina infinita en popa; un extenso paseo marítimo; un espectacular Bridge of Sighs en la cubierta 16 con una vista espectacular del océano; y uno de los Yacht Club más lujosos de toda la flota. Además,  garantiza las últimas tecnologías medioambientales. El buque tiene dos itinerarios opciones por el Caribe y cuenta con  vuelos directos desde Madrid, y noches de hotel previas al embarque, todo incluido en el paquete Stay&Cruise.

Los fiordos noruegos. Perfectos para un contraste enérgico con la laxitud de los calores tórridos de playa. Lenguas de mar adentrándose en la costa, gigantes de piedra acechando el mar a lo largo de kilómetros y kilómetros. Esas impresionantes moles, protegidas por la denominación de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, son una obra maestra de la naturaleza que inunda los valles donde antaño solo había glaciares. Noruega es la “tierra de los fiordos” porque su costa occidental ofrece una concentración sin igual en el mundo: un espectáculo de imponentes cascadas, monolitos de hielo, grandes montañas y laberintos de rocas que caen sobre el mar. Cada fiordo ofrece un escenario diferente: hay más de mil y lo difícil será tener que elegir cual ver. Costa Cruceros ofrece la posibilidad de llegar a bordo de su crucero a ciudades como Bergen, Tromsø, Trondheim o Ålesund, para empaparnos de los colores del norte, el alma vikinga, y dejarnos hechizar por el sol de medianoche. Un encuentro de seducción que deparan el sol y la tierra cerca del polo norte.

Mediterráneo. Puede que no te de la imaginación para pensar en todas las propuestas que ofrece el Mediterráneo a la hora de trazar un crucero. Basta con entrar en la web de cualquier naviera de prestigio: Royal Caribean, Costa, Msc… o en una agencia de viajes para encontrarte con docenas de opciones. Si aún no has catado lo que es un viaje de vacaciones en barco, ésta será tu apuesta segura: un recorrido próximo que puede comenzar en Valencia o  Barcelona y que te llevará costeando prácticamente por el litoral de la Costa Azul e Italia, con posibilidad de hacer puerto en las Baleares. Ni siquiera necesitas una semana. Eso sí, cuando lo pruebes, -¡y apruebes como el protagonista de un maravilloso viaje en barco!- es probable que tu próximo destino de vacaciones te lleve de nuevo a surcar otros confines del mar.   Ω