REDACCIÓN - Pedro nació en Toledo y vive en Alcorcón. Pero todos los días se desplaza a Majadahonda y aquí trabaja, como él dice, en horario de oficina: de nueve a dos y de cinco a ocho. Sin embargo, sus jornadas son algo diferentes:

-Yo trabajo todos los días de la semana menos martes y miércoles. Esos son los días que libro. ¿Qué por qué? Pues mira, muy sencillo. El día que mejor se vende es el lunes, sin ningún tipo de duda. Los fines de semana también están bien porque es cuando más gente hay en la calle. Pero son lo lunes. Ese es el día clave. La gente vuelve a su rutina después de un fin de semana de ocio y de aventuras y los lunes vuelve a soñar con ganar dinero, con hacerse millonario. El lunes es cuando la gente compra de verdad. Y luego ya el martes se desinflan. Por eso me cojo el martes y el miércoles como mi fin de semana.

Pedro patrulla la Gran vía una y otra vez con las dificultades de su cojera y sus prótesis. Tiene imán con los vecinos con los que habla y a los que atiende. Es algo así como un consejero, un amable conversador siempre con tiempo para atender las quejas de uno, las confesiones de la otra. Un personaje imprescindible de la vida majariega al que este cronista ha visto deslizar caramelos en el bolso de una niña pequeña mientras vendía cupones a la madre.

-¿Cuánto vendes Pedro? -le pregunto.

No quiere contestar y cambia de tema. Cuenta que, aunque parezca mentira, en ferias no ha vendido más que otros días del año. Que sí, que venía mucha gente, pero que el dinero tenía otros destinos menos habituales y eso a él le recortaba clientela.

-Pero por curiosidad, ¿Cuánto vendes con los cupones?

-Entre diez y doce mil euros al mes.

-¿Y aquí es donde más vendes?

-Sin duda. He trabajado y trabajo a veces en otros municipios de la zona, pero este tiene algo especial. Aquí se vende más que en ningún sitio.

Sin embargo no son los  mejores tiempos para el juego. Al menos para el juego on line, Según los datos que maneja la Dirección General de Ordenación del Juego, hay una disminución del juego  de un 0,29 por ciento respecto al primer trimestre del año y de un cinco y medio respecto al mismo trimestre del 2021. Se ha producido un retraimiento en general que afecta menos a la venta directa, a la venta de Vicente y sin embargo impacta a las apuestas deportivas, bingos o casinos. Por eso el vendedor callejero se mantiene y hace del contacto con el vecino su llave maestra para abrir los bolsillos de los sueños.  Y sigue patrullando el vecindario, dando los buenos días, siempre con una sonrisa en los labios.

-Gracias y que tenga usted buen día- le dice al cronista. Y eso que no le ha comprado.