REDACCIÓN - Majadahonda volverá a llenarse de ruedas, cascos y sonrisas el próximo 31 de diciembre. La II San Silvestre en Bicicleta, una iniciativa joven pero ya muy querida por los vecinos, regresará al Recinto Ferial para despedir 2025 con deporte, compañerismo y un ambiente festivo que cada año va creciendo.

En esta edición, la prueba conserva su esencia: no es una competición, sino una marcha abierta a cualquier persona que quiera disfrutar de la bicicleta de montaña sin presión, sin cronómetro y sin más objetivo que compartir un buen rato. Desde niños muy pequeños hasta deportistas experimentados tienen su sitio en una cita que busca precisamente eso: unir a familias y aficionados en una mañana especial.

Tres recorridos, un mismo espíritu

La variedad de distancias permite que todo el mundo encuentre su ritmo:

• 5 kilómetros, pensados para niños y ciclistas muy jóvenes.
• 15 kilómetros, dirigidos a jóvenes y adultos que quieren disfrutar sin excesos.
• 30 kilómetros, un recorrido más exigente para quienes están acostumbrados a pedalear con regularidad.

Los dos itinerarios de mayor distancia arrancarán a las 11:00 horas, mientras que la prueba infantil dará comienzo a las 12:00 horas, también en el Recinto Ferial.

Al final, como ya es tradición, todos los participantes podrán disfrutar de una chocolatada, el colofón perfecto para una mañana que mezcla deporte y espíritu navideño.

Inscripción gratuita hasta el 29 de diciembre

La participación es completamente gratuita, pero requiere inscripción previa a través de la plataforma oficial habilitada por la organización, disponible hasta el 29 de diciembre. El año pasado la respuesta fue extraordinaria, y en esta ocasión el Ayuntamiento confía en superar el récord de inscritos, una muestra del cariño con el que el municipio ha acogido esta joven San Silvestre sobre dos ruedas.

Una cita que se afianza en el calendario navideño

El concejal de Deportes, Alejandro Núñez, define el evento como “una San Silvestre especial”, y no sólo por su formato ciclista. Según explica, la emoción que transmiten los participantes —sobre todo los más pequeños— convierte la prueba en una de esas actividades que dejan buen sabor de boca a toda la ciudad. “Es reconfortante ver el entusiasmo con el que pedalean niños y adultos, compartiendo una actividad divertida y sana, en la que lo importante es participar y disfrutar”, señaló.

La acogida del pasado año, cuando la marcha se celebró por primera vez, consolidó la idea de que Majadahonda estaba inaugurando una tradición con mucho recorrido. A juzgar por las previsiones municipales, el 31 de diciembre se vivirá una nueva mañana llena de energía, convivencia y espíritu navideño.

Y quizás, entre pedaladas y chocolatadas, muchos vecinos encuentren la forma más bonita de despedir el año: moviéndose juntos.