REDACCIÓN - La sanción se basa en una 'infracción leve de conducta contraria al buen orden deportivo', además de castigar al equipo majariego con una derrota por 3-0 en el partido. Asimismo, se impuso una multa de 3.006 euros al Rayo Majadahonda y de 6.001 euros al Sestao, junto con dos partidos a puerta cerrada para este último.

El Juez Único acusó al Sestao de no activar el protocolo ante los incidentes racistas, mientras que a Sarr se le responsabiliza por no comunicar los insultos recibidos al árbitro y por reaccionar de manera indebida.

En su resolución, se rechazó la acusación de violencia por parte del Sestao y se desestimó la evidencia videográfica presentada por el Rayo Majadahonda, considerándola parcial y sesgada.

La decisión de dar por perdido el partido al Rayo Majadahonda obedeció a la negativa del equipo a regresar al campo luego de la expulsión de Sarr, a pesar de la comunicación del árbitro sobre la activación del protocolo contra el racismo.

Los hechos tuvieron lugar durante el encuentro entre el Sestao y el Rayo Majadahonda, correspondiente a la 30ª jornada de la Primera Federación, el pasado sábado, cuando Sarr reaccionó a los gritos racistas de un aficionado local agarrándolo de la bufanda, lo que provocó la suspensión del partido.