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SILICIUS RUGBY MAJADAHONDA CEDE SU TRONO

19-05-2025 10:16 a.m.

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Las 'Rhinas' caen ante el empuje de El Salvador en la final de Pepe Rojo (31-12) y cierran un ciclo dorado con sabor a despedida. El doblete de las vallisoletanas marca un nuevo capítulo en el rugby femenino español.

REDACCIÓN - Majadahonda amanece este lunes con una mezcla de orgullo, desazón y respeto. Ayer, sobre el césped del campo Pepe Rojo de Valladolid, las jugadoras del Silicius Rugby Majadahonda lucharon con todo lo que tenían. Pero esta vez, no fue suficiente. El Colina Clinic El Salvador se impuso con claridad (31-12) y se proclamó campeón de la Liga Iberdrola, logrando así un doblete histórico tras haber alzado también la Copa de la Reina. Una victoria que no solo corona a las chamizas como nuevas dominadoras del rugby femenino nacional, sino que también pone fin a la racha imponente de unas 'Rhinas' que han reinado durante años.

No era una final más. Era la séptima para Majadahonda, quinta consecutiva. Era, también, el enfrentamiento entre dos gigantes que se han repartido los últimos ocho títulos de rugby XV femenino. Pero en esta ocasión, la historia cambió de manos.

El Salvador comenzó con paciencia. Dieciocho minutos de lucha silenciosa hasta que Brianna Wallace rompió la línea de ensayo. Bingbing Vergara, impecable al pie, amplió la ventaja con un golpe de castigo y después con una marca transformada. Las majariegas respondieron con carácter. Martina Márquez abrió el marcador para las visitantes y mantuvo la esperanza viva. Con el 17-7 al descanso y una jugadora más tras la amarilla a Tecla Masoko, todo seguía en el aire.

Pero tras la reanudación, el aire se volvió espeso. La try-woman de la Liga, María Miguel, volvió a golpear. Majadahonda no se rindió. Marta Estellés, con coraje y precisión, sumó un nuevo ensayo para acercar a las suyas. Sin embargo, la réplica fue inmediata: Jimena Torres cerró el marcador con un 31-12 que ya no se movería.

El encuentro tuvo también un matiz emotivo. El colegiado David Castro, que arbitraba su último partido en la División de Honor Femenina, mostró una segunda amarilla a Carmen Martos en los minutos finales, completando así una jornada cargada de símbolos, emociones y transiciones.

Para Majadahonda, la derrota no borra lo conseguido. Todo lo contrario. Esta final supone un punto y seguido para un club que ha sabido representar, con entrega y excelencia, los valores del rugby. Supercopa, Liga, Copa Ibérica, otra Supercopa, otra Copa, otra Liga… siete títulos seguidos en tres temporadas. Una hegemonía que hoy se ve interrumpida, pero no olvidada.

Silicius Rugby Majadahonda cae, sí. Pero lo hace de pie. Como lo hacen los grandes equipos. Porque perder una final no es fracasar. Es, simplemente, ceder el testigo. Y preparar el camino para volver. Porque en Majadahonda, lo saben bien: los ciclos terminan, pero la ambición nunca se va.

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