REDACCIÓN - Desde el comienzo de la legislatura, se redujo a la mitad el espacio destinado a los grupos políticos en la revista del Ayuntamiento, un espacio utilizado para informar a los vecinos sobre el trabajo de control y las propuestas de la oposición.

Se critica el uso partidista de la revista municipal, acusando al gobierno del PP de convertirla en un instrumento propagandístico en lugar de un medio imparcial financiado con recursos municipales. Durante los plenos, la alcaldesa del PP, en su rol de moderadora, ha sido señalada por cortar la palabra de manera arbitraria a los concejales de la oposición, limitando su capacidad de expresar planteamientos incómodos para el gobierno.

Se argumenta que a la oposición no se le permite hacer alusiones a terceros, referirse a puntos anteriores del orden del día o responder a alusiones directas o preguntas de concejales del PP, mientras que estas prácticas sí son permitidas para los concejales del grupo Popular. La libertad de expresión de los concejales se ve restringida, según las críticas, violando las normativas que deberían garantizar un debate democrático.

Además, se denuncia el incumplimiento de acuerdos de transparencia relacionados con el último punto del orden del día de los plenos, "Ruegos y Preguntas", donde los concejales pueden hacer preguntas al equipo de gobierno. A pesar de acuerdos previos para responder oralmente en el pleno, se registran preguntas por escrito y no se reciben respuestas en la sesión, lo que se considera un déficit en el funcionamiento democrático del Ayuntamiento.

El portavoz del PP menciona que las comisiones informativas tampoco son el foro adecuado para debatir cuestiones relevantes de la ciudad, lo que ha generado críticas sobre la transparencia y el funcionamiento democrático del gobierno municipal.