Redacción Majadahonda IN - El silencio de la noche y una ventana entreabierta eran todo lo que necesitaban. La Guardia Civil ha detenido en Majadahonda a una joven pareja, un hombre de 30 años y una mujer de 23, por su presunta implicación en al menos tres robos con fuerza en viviendas situadas en Las Rozas y Villanueva de la Cañada. Su especialidad: entrar mientras los propietarios dormían.

Ambos arrestados, de nacionalidad española, fueron localizados en su domicilio de Majadahonda tras una investigación bautizada por los agentes como “operación Hábitat Canario”, iniciada en junio tras detectar un patrón repetido en varios robos nocturnos. Las denuncias recogidas coincidían en dos aspectos inquietantes: los asaltos se producían mientras los moradores estaban en casa y los ladrones accedían por ventanas abiertas, aprovechando las noches cálidas del verano.

El método, según fuentes de la Comandancia de Madrid, era tan sencillo como efectivo. El hombre se encargaba de escalar hasta las ventanas de pisos bajos, desde donde sustraía joyas, dinero, relojes y pequeños electrodomésticos. Mientras tanto, la mujer se mantenía en el exterior, vigilando que no se produjera ninguna interrupción. Algunas cámaras de seguridad han recogido imágenes que confirmarían esta dinámica.

Los investigadores creen que el hecho de residir en Majadahonda ofrecía a los detenidos una ventaja estratégica: conocían la zona, sabían moverse sin levantar sospechas y podían seleccionar con precisión los inmuebles más vulnerables.

Además de los tres robos ya esclarecidos, la Guardia Civil estudia su posible relación con otros delitos similares ocurridos en municipios próximos. El hombre ya cuenta con antecedentes por delitos contra la propiedad, lo que refuerza la hipótesis de que podría tratarse de una actividad continuada.

Ambos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial. Mientras tanto, las investigaciones continúan abiertas.

Porque, cuando el descanso se convierte en un riesgo, la tranquilidad vecinal queda en jaque. Y aunque esta vez los presuntos autores han sido detenidos, la alerta sigue encendida: una ventana abierta puede ser más que una simple corriente de aire.