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DENUNCIAN EL ESTADO DE ABANDONO DE LA PERRERA DE MAJADAHONDA Y EXIGEN REFORMAS URGENTES

02-10-2024 9:56 a.m.

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Voluntarios y ciudadanos piden al Ayuntamiento que cumpla con la Ley de Bienestar Animal y mejore las condiciones de los animales alojados en el CICAM.

REDACCIÓN - La perrera de Majadahonda, conocida como el Centro Integral de Control Animal de Majadahonda (CICAM), se encuentra en un estado de abandono alarmante, según denuncian voluntarios y ciudadanos que visitan regularmente el centro. Las instalaciones presentan graves deficiencias que afectan al bienestar de los animales, en especial a los gatos y perros que allí residen. Entre los problemas detectados, destacan los cheniles oxidados, la falta de resguardo adecuado contra las inclemencias del tiempo, y la inexistencia de áreas esenciales como salas de cuarentena o postoperatorio.


Los gatos, en particular, viven en cheniles de chapa que no los protegen del frío en invierno ni del calor en verano, lo que genera situaciones extremas cuando llueve o cuando las temperaturas bajan al punto de congelar el agua de los bebederos. Los perros, por su parte, también padecen corrientes de aire frío en invierno debido a la falta de puertas entre sus cheniles y las áreas para las deposiciones.


Los responsables de estas instalaciones son el Ayuntamiento de Majadahonda y su alcaldesa, quienes, según los denunciantes, no han hecho lo suficiente para mejorar las condiciones de los animales. A pesar de que el Partido Popular incluyó en su programa electoral la creación de una sala de postoperatorio, un año después de asumir el cargo, aún no se ha cumplido esta promesa. Además, la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales establece la obligación de contar con instalaciones adecuadas, incluidas salas de cuarentena, pero estas también brillan por su ausencia en el CICAM.


La gestión de la perrera está en manos de una empresa privada que, tras ganar el concurso a la baja, no tiene responsabilidad sobre las mejoras de las instalaciones, según los pliegos del contrato. Sin embargo, los voluntarios reclaman que la empresa debería cumplir con los mínimos establecidos y que el Ayuntamiento asuma sus responsabilidades legales y morales en la protección de los animales.

Las exigencias de los denunciantes incluyen una remodelación urgente de los cheniles para los gatos, la creación de una sala de postoperatorio y de cuarentena, la provisión de material básico de diagnóstico para evitar la propagación de parásitos entre los animales, y la construcción de una zona seca y un "catio" (espacio seguro para que los gatos puedan disfrutar del exterior). También solicitan una mejor alimentación para los animales y condiciones laborales más sostenibles para los trabajadores del centro.

Por último, critican la falta de acceso y señalización para llegar a la perrera, ubicada a las afueras del municipio, y piden más campañas de concienciación vecinal, una mayor difusión de los animales en adopción, y la creación de casas de acogida para los animales que esperan ser adoptados.

"Los animales de la perrera de Majadahonda merecen vivir en un entorno que respete su bienestar y su dignidad. Nos hemos unido para pedir al Ayuntamiento que cumpla con la Ley 7/2023 y haga de este lugar un referente real de protección animal", concluyen los denunciantes.

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